Lección 7

Miedo y control de nervios

+ Control de nervios

  • Respiración
  • Ejercicio físico
  • Optimismo

Es muy habitual el miedo a hablar en público, es algo natural. El miedo a hablar en público es una forma de proteger nuestra imagen y evitar dos cosas: el fracaso y el rechazo.

El miedo al fracaso se centra en el “yo”, éxito o fracaso. Uno mismo es el objeto de juicio.

El miedo al rechazo se centra en lo que piensen los demás, uno se convierte en un esclavo de la mirada del otro.

La clave del éxito es la confianza en uno mismo – Arthur Ashe.

En ocasiones estos miedos hacen que se eviten estas situaciones o incluso que se abandone la tarea.

Gran parte de estos miedos son irracionales, miedo a hacer un ridículo espantoso, a que se rían, a ser abucheado… Estos miedos no van a ocurrir, así que hay que rechazarlos.

Habrá que analizar esos miedos y tratar de descubrir las causas que los originan y así regular las emociones. Todo depende de cómo se ve uno mismo.

El ser humano a menudo se convierto en lo que cree que se va a convertir – Mahatma Gandhi.

Otros miedos son racionales como por ejemplo el miedo a quedarse en blanco, a que haya un apagón o a no saber contestar a una pregunta. Por eso en estos casos habrá que tomar medidas: llevar el discurso bien preparado, verificar que todo funcione correctamente, prepararse para situaciones improvisadas….

Otro método de ayuda para superar los miedos es elaborar un perfil “self-modeling”, donde se apuntarán las debilidades y fortalezas de cada uno. Se trabajará sobre ello, aprendiendo de la propia experiencia y la de otros en una situación similar. Por otro lado también es muy importante tener la sensación de control para disminuir esos miedos.

La confianza en uno mismo es contagiosa pero la falta de confianza también lo es – Vincent T Lombardi.

Los miedos se construyen con mucha facilidad pero se cambian con mucha dificultad.

7.1. Control de nervios

Los nervios ante un acontecimiento tan importante como es la defensa del TF son normales, pero conviene aprender a controlarlos.
Cada persona tiene un grado de nerviosismo distinto y síntomas diferentes que pueden ser:

  • Respiración más agitada.
  • Sudores.
  • Temblor al hablar.
  • Taquicardia.
  • Pesimismo.
  • Náuseas.
  • Dolor de estómago.
  • Mente en blanco.
  • Desconfianza…

7.1.1. Respiración

Un buen método para relajarse es controlar la respiración. Cuando una persona está nerviosa su respiración se convierte en una respiración más corta y superficial (“respiración de pecho”).

Para relajarse es necesario hacer una respiración más profunda y larga (“respiración completa o diafragmática”). La espiración tiene que ser más larga que la inspiración.

Otros ejercicios son la respiración de doble soplido y la respiración susurrante donde el sonido produce una vibración y alarga la espiración.

 Tararear una canción también ayuda a calmar los nervios.

Es importante trabajar el control de los nervios desde mucho antes de la fecha de presentación para que funcione. Es una labor que supone un aprendizaje lento.

7.1.2. Ejercicio físico

Otra manera de combatir el nerviosismo es hacer ejercicio físico unas horas antes de la exposición. Esto contribuye a quemar energías y genera cansancio físico lo que contribuye a calmar los nervios.

7.1.3. Optimismo

Es habitual tener pensamientos negativos previos a una presentación:

  • Catastrofismo.
  • Exigencias inflexibles.
  • Condenación Global.
  • Filtro mental.

Pensar en la situación que produce temor hace que surjan dudas y pensamientos negativos. Es importante controlar los propios pensamientos ya que según las palabras que se utilicen (no sólo hablando sino, también pensando) se puede generar:

 Exigencia y presión.
Flexibilidad y reflexión.

Hay que intentar eliminar las palabras o frases de exigencia y de presión (tengo que…, como no…) sustituyéndolas por otras más positivas (yo puedo…, yo intento…).

Control de nervios

Se debe flexibilizar el lenguaje, manejando el diálogo interno a favor de uno mismo.

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