Lección 6

Hablar en público

+ Introducción
+ Estructura textual
+ Comunicación verbal

  • Voz

+ Posición corporal

  • Imagen

+ Medios de apoyo
+ Situación

Como paso final del TF sólo resta la defensa del mismo, que será pública y realizada por el proyectante de forma oral.

Acto de defensa
Figura 6.1. Acto de defensa del TF.

En la figura 6.1 se observa la disposición común al acto de defensa del TF, donde el proyectante expone de pie su trabajo, mientras el tribunal, sentado frente a él, lo valora. En la sala, dado que es un acto público, podrá haber asistentes.

6.1. Introducción

A lo largo de los estudios universitarios se hacen exposiciones orales pero, probablemente, para la mayoría de los alumnos no sean las suficientes para sentirse cómodos hablando en público. Hay que tener en cuenta varios aspectos con el fin de mejorar esta competencia.

Cuando se va a hablar en público es fundamental tener clara la finalidad de la exposición. No hay que limitarse a hacer un discurso sino que se trata de conseguir que el público se interese por el tema expuesto. Se exige dominar las técnicas de comunicación y esto requiere una preparación detallada y rigurosa.

Conocer el tema es necesario pero no suficiente, es decir, saber exponerlo de una manera interesante, sugerente y novedosa para captar la atención del público, puede ser muy eficaz. Entre otros aspectos se debe prestar atención a:

  • Estructura textual.
  • Vocabulario empleado.
  • Posición corporal.
  • Voz.
  • Contacto visual.
  • Imagen, etc.

“Lo que oculto con mi lenguaje lo dice mi cuerpo”, Roland Barthes.

“Se pueden descubrir más cosas de una persona en una hora de juego que en un año de conversación”, Platón.

6.2. Estructura textual

Todo discurso debe tener una estructura: la introducción, el desarrollo y la o las conclusiones.

La introducción es la parte fundamental del discurso, en ella se plantea el tema que se va a abordar y la idea que se quiere transmitir. Debe ser breve y se debe empezar con entusiasmo y energía. De la introducción depende, en gran medida, conseguir la atención del público para el resto de la intervención.

En el desarrollo se explicará el tema de una forma ágil y equilibrada, repartiendo adecuadamente el tiempo entre las distintas partes que se van a exponer. Hay que ser selectivo y tratar de no extenderse más de lo necesario. No se debe abusar de los datos y detalles, ya que éstos ocultan los argumentos fundamentales.

La conclusión es un resumen que pretende resaltar nuevamente las ideas principales. Se debe finalizar el discurso con determinación, pero de una forma suave y siempre agradeciendo al público el interés mostrado.

Para que el discurso no se haga muy denso es aconsejable utilizar elementos atractivos que, sabiamente administrados, captarán la atención del público. Pueden ser imágenes en la presentación, transparencias con diseño atractivo, movimientos del orador, tono de voz adaptado al momento del discurso, etc.

6.3. Comunicación verbal

En una exposición se debe utilizar un lenguaje apropiado y claro, siempre adecuado al tipo de público que se espera. Lo primero que se debe procurar es hacerse entender.

Lo ideal será utilizar frases cortas y sencillas, evitando frases complicadas o lenguaje rebuscado.

 La regla que debe presidir un discurso es la sencillez.

Voz

La voz juega un papel importante. Habrá que proyectar la voz, hacer un esfuerzo para hablar un poco más alto de lo que se está acostumbrado para que el público oiga bien, pero evitando pegar gritos.

Hay que vocalizar con mayor precisión que de costumbre.

Se debe hablar con una velocidad adecuada, evitando sobre todo hablar muy rápido. Esto dificulta la comprensión y a su vez proyecta una imagen de nerviosismo.

6.4. Posición corporal

No sólo existe el lenguaje verbal, sino que también es muy importante el lenguaje no verbal. Hay que ser consciente del uso del cuerpo, ya que a través de éste también se transmiten mensajes.

Se debe tener una postura natural, erguida y cómoda. No es conveniente quedarse quieto pero tampoco moverse todo el tiempo.

Para mejorar este aspecto, deberá ensayarse la defensa frente a un espejo o grabarla y verla después, con el fin de conocer los fallos y evitarlos. Los gestos de la cara deben ser relajados.

 No hay ningún argumento serio que no se pueda decir con una sonrisa.

Los gestos con las manos son importantes. Deben ser sobrios, que acompañen el ritmo del discurso y que sirvan para enfatizar alguna idea importante, pero hay que tener cuidado de no moverlas demasiado.

Un exceso de movimientos produce sensación de inseguridad.

La mirada es un excelente medio de conexión entre el orador y el público por lo que habrá que tratar de dirigirles la mirada. Cuando se mira al público hay que intentar presentar una buena imagen.

En la defensa del proyecto, el proyectante deberá mirar regularmente al tribunal, que es a quien le está exponiendo su trabajo.

 El truco es ensayar, ensayar y ensayar. En ese ensayo hay que ir recordando gestos, palabras, conexiones con el tribunal, así como pulir muletillas y palabras difíciles de pronunciar.

Imagen

El alumno debe vestir de una forma apropiada para la ocasión, pero a su vez debe sentirse cómodo.

6.5. Medios de apoyo

Se puede apoyar el discurso utilizando fichas o medios visuales como por ejemplo diapositivas. Estos apoyos rompen con la monotonía y dan seguridad al alumno. Mientras que se explican las diapositivas el alumno se situará al lado de la pantalla.

 Los medios de apoyo son sólo una ayuda, no deben convertirse en la base de la presentación.

6.6. Situación

Es imprescindible la puntualidad por lo que es importante conocer el lugar de la intervención y también saber de cuánto tiempo se dispone para su preparación.

Conviene que el fichero con la presentación ya esté instalado antes de la hora de la defensa y, también, llevar varias copias del mismo (una de ellas en formato pdf).

El alumno debe conocer el lugar donde se realizará la exposición y tenerlo en cuenta para los ensayos.

El tiempo de la defensa es limitado y el tribunal suele ser riguroso con el cumplimiento. Hay que organizarse bien, empleando los tiempos correctos para cada parte, sin sobrepasarse ni quedarse corto.

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